Existen demasiadas corrientes de pensamiento con
respecto a la Doctrina Cristiana. Con la misma Biblia, a través de
interpretaciones personales, se han creado muchas iglesias con muchas formas
distintas de entender e interpretar la Palabra de Dios.
Definitivamente, mirando las señales de los tiempos, podemos claramente afirmar que estamos en tiempos finales. Este es el tiempo
cuando hay más “comezón de oír” y se
levantan muchos falsos maestros, tradiciones y doctrinas muy diferentes a la
esencia y al Espíritu de la Palabra.
El diablo, el cual tiene al sistema del mundo bajo
su influencia, por supuesto está muy interesado en sembrar la confusión y el
desaliento descalificando la Palabra de Dios como máxima autoridad como modelo
de una verdadera vida cristiana.
Vemos un conformismo generalizado en muchos
cristianos a través del mundo, en un evangelio “light” que se adapta a la
corriente del mundo. El estándar de lo
que es pecado o no, está totalmente pervertido. Vemos como estamos en el tiempo
que a lo bueno se le llama malo y a lo malo se le llama bueno. Ya la perversión
está amparada en muchos casos por la ley humana. Definitivamente se han
mezclado muchas verdades con mentiras y estamos viviendo un sincretismo religioso, lo cual es pervertir la Palabra de Dios. La razón es que se ha dejado que sea
la Palabra del Señor, la Biblia, la que determine cuál es la verdad.
LA BUENA
NOTICIA es
que Dios, hoy más que nunca, está
interesado en que los creyentes seamos instruidos directamente por el Espíritu
Santo y eso es, a mi entender, lo que el Señor está haciendo en medio de su
pueblo que genuinamente no se conforma con “marcar
el paso” y pensar que esta vida mediocre es toda la vida cristiana.
Hay un ejemplo en la Biblia del efecto que se causa cuando
tenemos un encuentro con la Palabra del Señor después que ha estado olvidada o puesta
en un segundo plano.
Josías, rey de Judá, determinó buscar a Dios, no
conformándose con el ejemplo de sus antecesores, y determinó en su corazón
hacer lo recto delante de Dios. Como consecuencia, Dios permitió que se encontrara
una copia del libro de le ley, que había sido ignorada a través del tiempo y
extraviada. Esta le fue leída y provocó que se dieran cuenta de la condición
espiritual de ellos, de cómo se habían extraviado de la Verdad. Esto trajo
convicción de pecado, para arrepentimiento, lo que asimismo provocó un
avivamiento en sus días.
Querido hermano (a), creo firmemente que estamos en un
tiempo muy parecido, en que se da mucha importancia a otras cosas y muy poca
importancia a la Palabra de Dios. Creo que lo único que traerá un genuino
avivamiento individual a cada cristiano, y por consecuencia a la Iglesia en
general, es que haya una genuina decisión de buscar a Dios de todo corazón y no
conformarse con esa “vida cristiana” que se está viviendo.
Dios dijo a Salomón y a todo Israel algo que es tan
vigente para ese tiempo como en estos tiempos finales: “Si
se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y
buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré
desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.” (2 Crónicas
7.14)
Mi pregunta es: ¿Estas conforme con la vida
espiritual que estás viviendo? ¿Estás
convencido de que la forma en que vives tu relación con Dios es la perfecta
voluntad de Dios?
Si tu respuesta es “no y no” es que necesitas que la
Luz de Dios ilumine tu corazón y te revele tu condición. Dios no quiere
avergonzarte, ni menos desecharte, él quiere que vivas la verdadera Vida
Cristiana que el diseñó para ti. Este será el comienzo de un avivamiento en tu
vida.
¿Te das cuenta quizás que sientes como que “algo
te falta” y aunque buscas, no sabes qué es? Es muy posible que a este punto
estés sintiendo una profunda tristeza. Dale gracias a Dios por eso, pues Él
dice en su palabra que “Porque la tristeza que es según Dios
produce arrepentimiento para salvación, (2 Corintios 7.10 a)
Isaías 59.1 y 2 He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha
agravado su oído para oír; pero vuestras iniquidades han hecho división entre
vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su
rostro para no oír.
El comienzo de una verdadera relación con Dios es
humillarse delante de Dios, orar, buscarle de todo corazón y convertirse de esa
tibieza maligna que te hace deslizarte cada día más de Dios. De esa manera no
solo tú, sino los que más amas, serán afectados por esta bendición. Dios
promete quitar lo único que impide una relación fluida con Él: El pecado. Y así
puedas disfrutar de la justica, la paz,
y el gozo en el Espíritu Santo.
Mi invitación es a que nos
veas a través del Internet en nuestra página web: www.ciarenacer.org
También si necesitas una
orientación u oración, comunícate con nosotros
Dios te bendiga abundantemente.
Pastor Antonio Martinez B.