miércoles, 14 de agosto de 2013

EL DOBLE ÁNIMO

Santiago 1:8: El hombre de doble ánimo (dos mentes) es inconstante
 (inestable) en todos sus caminos.

¿Qué es el doble ánimo?
El doble ánimo es una forma de llamar a una persona inconstante, es cuando hoy dice si y mañana no; es cuando hoy cree en Dios porque está bien y mañana no tanto porque está enfermo; es cuando hoy es una persona llena de fe y mañana no lo es por alguna circunstancia que le ocurrió; es cuando hoy tiene la convicción de algo y mañana ya no está convencido de nada.
El Apóstol Santiago compara a la persona llena de dudas con una onda del mar: si ustedes han observado detenidamente el mar, las olas no se crean por sí mismas, las olas no tienen voluntad propia sino que cualquier ráfaga de viento las mueve de un lugar a otro. La ola es inconstante, es flexible, así nos dice la biblia que es la persona de doble ánimo. Y termina diciendo que la persona de doble animo es inconstante en TODOS sus caminos (Santiago 1:8).

¿Por qué esta afirmación es así de dura?
Una persona inconstante es insegura, falta de dominio propio, y es guiada por sus emociones. Es una persona que fácilmente es movida de su convicción; es una persona que cualquier "problemita" lo tira al suelo; es una persona que cualquier cosa le hace enojar; es una persona que hoy se sabe la Biblia entera y cuando viene el problema no echa mano a lo que cree, sino que actúa en forma emocional.

Conflicto interno
El asunto es que como somos seres espirituales, también tenemos un alma que razona y muchas veces en contra de lo que dice la Palabra de Dios. Nos damos cuenta que tenemos dos opciones para pensar: una es producida por lo que vemos, por la “realidad” y las circunstancias y la otra es lo que dice la Palabra de Dios.
Constantemente debemos decidir a quién hacerle caso: si a lo que vemos o seguir confiando en lo que Dios dice.

Jesús dijo:
Antes bien, sea su hablar: “Sí, sí” o “No, no”; y lo que es más de esto, procede del mal. (Mateo 5:37)
Lo que hablamos con nuestra boca está ligado a lo que creemos en nuestro corazón. Por esa razón debemos afirmarnos solo en lo que Dios dice.

Hubo un episodio en la historia de Israel que relata la Biblia donde el pueblo se había contaminado con costumbres extrañas, practicaban la idolatría y daban culto a un Dios pagano llamado “Baal”, sin embargo curiosamente aun seguían con costumbres religiosas hacia nuestro Dios al mismo tiempo, pero a su propia manera. Esta situación hace que Dios envíe sobre la región una gran sequía y hambruna y en aquellos días un hombre llamado Elías era el profeta de Dios y este un día se presentó ante ellos y confrontándolos les dijo:
¿Hasta cuándo vacilarán entre dos opiniones? Si el SEÑOR es Dios, síganle; o si Baal es Dios, pues síganle a él. Pero el pueblo no le respondió ni una palabra. (1 Reyes 18:21)

No podemos engañarnos, si queremos ver buenos resultados en la vida, debemos entender  que no puede haber bendición, ni prosperidad en un corazón dividido entre dos mundos y entre dos opiniones. A Dios no le sorprenden las palabras ni las grandes y extensas oraciones; a Dios le sorprende tu corazón y sobre todo un corazón firme que contra viento y marea sabe quién es Dios y lo que puede hacer en su vida.

Dios te bendiga.


Pastor Antonio Martinez

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