¿POR QUÉ SE ENFRÍA EL CRISTIANO?
Obviamente son varios los factores que influyen para
que un cristiano pierda la pasión por el Señor. Veremos a continuación uno de
los principales.
El apóstol Pablo escribe a los cristianos efesios
reconociendo su fe y su amor; y les dice que se acuerda de ellos en oración
pidiendo por ellos lo siguiente:
Efesios 1. 17. para
que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría
y de revelación en el conocimiento de él, 18 alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis
cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de
la gloria de su herencia en los santos.
¿Por qué razón les dice a
los ya convertidos efesios, que él ruega a Dios por ellos para que les dé
espíritu de sabiduría y de revelación; de manera que sean alumbrados los ojos
de su entendimiento? ¿Por qué es necesario que Dios nos de ese espíritu de
revelación?
Porque aunque ya cristianos
nacidos de nuevo, si no nos ocupamos en conocerle más cada día, recibiendo la
revelación acerca de nuestra herencia y nuestra verdadera esperanza, el caminar
diario y los afanes propios de la vida en este mundo, nos hace perder noción de
lo que esperamos.
El efecto de ir perdiendo
conciencia de la ESPERANZA, es tomar más conciencia de nuestra naturaleza
humana con sus dificultades, afanes y limitaciones. Se cae en un terreno en que
las necesidades y prioridades van siendo las de la naturaleza humana y no las
espirituales, perdiendo por consecuencia la pasión por el Señor, y se va
posponiendo el anhelo de nuestro hombre interior de estar con el Señor. Lo
humano se torna más importante en la vida diaria y el tiempo se hace escaso o
mínimo para relacionarnos con Dios.
Por eso es necesario que le
pidamos al Señor que nos dé espíritu de revelación en conocerle más, y nos
alumbre los ojos de nuestro entendimiento, el cual se tupe a causa de la vida
cotidiana, y que nuestra prioridad sea la esperanza revelada y recordada
constantemente, por el Espíritu Santo.
Querido hermano, hermana: Te
invito a meditar en todo esto y en las escrituras que cito a continuación y le
pidas al Señor es espíritu de revelación y de conocimiento para que en lugar de
entibiarte, te apasiones día a día por el autor y consumador de nuestra salvación:
Jesucristo, nuestro Señor.
1 Juan 3:3: Y todo aquel que tiene esta ESPERANZA en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.
Hebreos 10:23: Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de
nuestra ESPERANZA, porque fiel es el que prometió
Pastor Antonio Martinez
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