jueves, 10 de abril de 2014

¿QUIEN GOBIERNA TU VIDA?

En la vida debemos siempre estar tomando decisiones. La más importante y transcendental es la que tomamos al recibir a Jesucristo como nuestro Redentor y Salvador. Si partiéramos de esta vida en el momento de creer, tenemos la certeza de morar eternamente con Él.
Pero como aún permanecemos existiendo en este mundo, debemos tomar otra decisión que debe ser diaria y constante hasta el fin de nuestros días acá en la tierra.

Esta decisión es hacer a Jesucristo el Señor de nuestra vida.

Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza. Esa semejanza es haberle dado al hombre voluntad propia de tomar sus propias decisiones. Entendemos que antes de haber recibido a Jesucristo como nuestro Salvador, estábamos ajenos a la voluntad de Dios. Nuestra capacidad de elección estaba pervertida por el pecado en el cual está todo ser humano sin Cristo.

De acuerdo al estado del ser humano natural, el hombre no tiene buenas fuentes y opciones para elegir y tomar decisiones. Al estar alejado de Dios y muerto espiritualmente, no tiene la capacidad de discernir de acuerdo a la voluntad de Dios.
Solamente actúa de acuerdo a sus decisiones tomadas en base a tres cosas: El mundo, el demonio y la carne. Las cuales están totalmente contrarias a Dios.

EL MUNDO: La Biblia dice: “Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno”. (1 de Juan 5:19) Esto se refiere a que el sistema completo mundial, llámense, valores morales, justicia, equidad, economía, religión, política, ecología, respeto, etc. Esto quiere decir que el diablo usa la capacidad del hombre de decidir, pervirtiendo esta  para influenciarlo a hacer contrario a Dios. Eso lo corrobora la escritura que dice que Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. (Efesios 6:12.) Quiere decir que detrás de todo crimen, injusticia, codicia, perversión, inmoralidad, violaciones, etc. Esta la influencia de satanás y la decisión del hombre de obedecerlo.

EL DEMONIO: Aparte de influenciar al mundo entero a estar en contra nuestra, él está constantemente lanzándonos dardos de fuego o pensamientos mentirosos de derrota, y de pecado, tentándonos y haciéndonos creer sus mentiras.

LA CARNE: La carne es nuestro estado natural inclinado al pecado y a la rebelión contra Dios, heredado de nuestros primeros padres. La Biblia dice que la carne no es rehabilitable.
Romanos 8:7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;

¿MALAS NOTICAS?
El apóstol Pablo escribió en su carta a los romanos haciendo esta declaración:
Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí,  pero no el hacerlo. (Romanos 7.18)
¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? (7:24)


LAS BUENAS NOTICIAS
Verdaderamente considerándonos de acuerdo a nuestro ser natural, no hay ninguna esperanza. PERO… El apóstol agrega en mismo capítulo 7 en el verso 25 “Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro”.
Las buenas noticias son que aunque en la carne no tenemos ninguna opción, al recibir a Jesucristo como nuestro salvador, él puso en nosotros una nueva Vida, la Vida Eterna, o sea que ahora nuestro espíritu vive y está unido al Espíritu de Cristo.

Volviendo a la decisión diaria y permanente que debemos hacer, nos referimos a que si bien ante de ser salvos, no había opción de elegir, ahora en Cristo tenemos una nueva naturaleza en nosotros capaz de estar conectados a la Mente de Cristo, y ser dirigidos personalmente por Él.

El único requisito que Dios pone es que teniendo aún la capacidad de elegir; ya no consideremos las tres primeras opciones como fuente de elección, (El mundo, el demonio, o la carne) sino que entreguemos esa libertad de elegir a Jesucristo, haciéndolo el Señor de nuestras vidas.
La única garantía de seguridad eterna es que rindamos nuestra voluntad a su voluntad y caminemos guiados por Él. De esa manera no solo estaremos seguros de estar en su presencia eternamente, sino que en esta vida vivir en paz y con el gozo que viene de hacer su voluntad.
Jesucristo mismo dijo estas palabras:
No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. (Mateo 7:21)

¿Quieres vivir seguro, en paz y feliz en este mundo, el cual bajo la influencia del maligno está cada día acercándose más hacia la destrucción?
Te recomiendo que no te conformes con algún día haber levantado la mano para recibir a Jesús y decir que tienes una religión, (la que sea) sino que hagas de Jesucristo el Señor de tu vida de hoy en adelante. Que sea Él quien guíe tus pasos y puedas vivir seguro. Eso implica entregarle el gobierno de tu vida, tu libertad de elegir, para que Él sea quien elija por ti y tú le obedezcas.
Así un día no muy lejano, cuando partas de esta vida, tendrás la seguridad dada por el mismo Jesús, de entrar a su presencia eternamente.

Dios te bendiga.


Pastor Antonio Martinez

1 comentario:

  1. Gracias pastor por tan hermosas enseñanzas. Esto nos da la fuerza al decidir nuestro camino con Jesucristo.

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