martes, 12 de marzo de 2013


Queridos hermanos y hermanas de nuestra familia Renacer:


Ha terminado el periodo de vacaciones, de merecido descanso para cargar las baterías y comenzar un nuevo año laboral. Cada comienzo nos llena de ilusión de que este año las cosas serán diferentes y lograremos lo que nos hemos propuesto.
El único problema es que no siempre se logran los resultados esperados. Debemos ser realistas y darnos cuenta que no se puede obtener resultados diferentes haciendo lo mismo de siempre. “Para obtener buenos resultados en el futuro, se deben hacer los cambios hoy. “ De lo contrario los resultados esperados serán solo una ilusión.

Este año 2013 tenemos muchos desafíos como iglesia. Lo principal no es lograr nuestras metas, sino hacer la voluntad del Señor de la iglesia.

La Biblia en 2 Corintios 5:18 al 20 nos muestra claramente la  voluntad del Señor: Primero nos reconcilió consigo mismo por Cristo y junto con eso nos dio un Ministerio: el de la Reconciliación  y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.

Dios nos salvó no solo para llevarnos al cielo. Si así fuera, nos sacaría de la tierra en el momento de recibir a Jesucristo, quien es la Vida Eterna (1 de Juan 5.20).
Pero así como hemos creído a causa que alguien nos compartió la palabra de reconciliación; asimismo debemos darla a otros.

Creo que como seguidores de Cristo debemos actuar en consecuencia con lo que creemos. Por lo tanto nuestra motivación no debe ser resolver nuestras dificultades, de ellas se encarga el Señor, sino de ocuparnos en el llamado y encargo que el Señor hace a cada creyente.

Cuando hablamos de “Evangelizar”, se nos viene a la mente alguien que tenga ese ministerio, porque “yo estoy muy ocupado”. Pero el encargo que el Señor dio es para todo creyente. Si realmente hemos sido salvos por Jesucristo, estamos calificados y ya capacitados para hablar a otros de las “buenas noticias”.
No es que todos debamos salir a lugares lejanos para entregar el mensaje de salvación. Cada persona que vemos es un alma que necesita ser salva.

Una pregunta: ¿Hace cuánto tiempo no le compartes a alguien sobre Jesús? Eso debiera ser un diagnóstico de lo que hoy llena el corazón (“De la abundancia del corazón habla la boca”).
¿Dónde predicar?  En tu escuela, universidad, trabajo, vecinos, etc. Cada persona que Dios pone a nuestro lado es un campo misionero y candidato para el cielo, ya que Jesús murió “por todo el mundo”.

Este mensaje es para decirte que Dios quiere tu bendición y la de los tuyos. Pero que primero le obedezcamos para que Él se encargue de darnos lo que nos haga falta. (Filipenses 4.19)

Te invito a que te animes y enfrentes este año de una manera diferente: A la manera de Dios, y te aseguro que veras días mejores y tendrás la satisfacción que nadie te puede dar, al ser un embajador del reino de los cielos.

Con todo amor.
Pastor Antonio Martinez.

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