miércoles, 26 de marzo de 2014

LA SOBERANÍA DE DIOS

Que significa “Soberano” según el Diccionario: Alguien que ejerce o posee la autoridad suprema e independiente. Magnífico, excelente, muy grande o importante.  Alguien que no tiene que dar cuenta a nadie de sus actos. Nadie está por sobre él.

La Biblia dice en el Salmo 24.1,2: “De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan. 2. Porque él la fundó sobre los mares, Y la afirmó sobre los ríos.”

NO HAY DUDA DE QUE DIOS ES SOBERANO. ÉL ES EL CREADOR DEL UNIVERSO,
DEL MUNDO Y LO QUE EN EL HABITA.

Dios hace como quiere y no tiene que responderle a nadie. Lo bueno es que Dios no es impredecible; no es un Dios antojadizo. Para eso nos dejó su Palabra que es su voluntad, su manera de pensar, dada a nosotros como guía conductual.


Salmo 119:105Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino”.

Muchas veces nos encontramos con gente que pregunta: “Si Dios es soberano, quiere decir que todo lo que sucede en la tierra es su perfecta voluntad. Cosas tales como violaciones, hambrunas, guerras, proliferación de las drogas, la delincuencia, etc etc.”

La soberanía de Dios funciona siempre, pero notamos que hay cosas que no son designadas por Dios, sino por la decisión “soberana” de los seres humanos. Podemos decir que todo lo que enumeramos en el párrafo anterior es causado no por Dios, sino por la voluntad humana.

Dios no es culpable del egoísmo que hace que pocos tengan mucho y los muchos tengan poco o nada. Dios no es culpable que por la codicia se despoje a familias pobres de sus casas con préstamos de usura. Dios no es culpable de que se viole a niños, que se prostituya a jovencitas, que haya tráfico de drogas, etc. etc.

Algunos se atreven a cuestionar y decir: “Si Dios está en total control de todo lo que pasa en la tierra, quiere decir que es responsable de lo que pasa en la tierra.” “Si Dios es soberano podríamos decir que se le fue de control o que Dios se complace en que la gente sufra.”

Para poder entender la situación vamos a revisar lo que dice la Biblia en Génesis 1. 27. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. 28. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.

El diccionario define “sojuzgar” como: Dominar, someter con autoridad.
La palabra “señoread “es definida como: “dominar o someter a algo como su dueño”

De acuerdo a esta escritura, la voluntad soberana de Dios fue en darle al hombre toda la administración de la tierra, para que se enseñoreara de lo creado. Dios dio al hombre la libertad de decidir libremente y ejercer dominio. En otras palabras Dios delegó al hombre parte de su soberanía en este entorno.

Una vez que el hombre cae en el pecado de desobediencia frente a Dios, su capacidad de hacer lo correcto fue pervertida, ya que ahora conocía el bien y el mal. Antes de eso, él sólo conocía la perfecta voluntad de Dios. De esta manera el hombre fue cediendo sus decisiones de “señorear” y “dominar” y fue esclavo de sus propias pasiones, siendo presa fácil de las tentaciones del enemigo, satanás.

El primer hombre fue derrotado por el enemigo de Dios, el diablo, dejando a su descendencia este legado decadencia y muerte. La biblia describe esto claramente en Romanos 5.19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos”.

Lucas 19. 10. Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
Jesucristo fue enviado a la tierra para que mediante su sacrificio y muerte en la cruz lograra rescatar al hombre caído. Ahora todo aquel que en Él cree tiene vida eterna, la misma vida de Dios que nos permite ser restaurados en toda la autoridad que se había perdido.

Romanos 5.17 Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.

Vemos que el mundo entero, según dice la Biblia, está bajo el maligno, pero nosotros los que hemos creído en Jesucristo, hemos recibido de vuelta esa autoridad. Ya no para hacer lo que la mente carnal nos dicte, sino que hemos entregado la autoridad y el señorío de nuestras vidas a quien nos rescató del dominio de las tinieblas y nos trasladó al reino de Jesucristo.

La voluntad de Dios proveyó para la salvación de todo el mundo, pero no todos ejercen esa “soberanía” de elegirlo a Él.  Dios no ha quitado esa decisión de que tú mismo puedas decidir. 

2 Pedro 3:9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca,
 sino que todos procedan al arrepentimiento.

Aunque el mundo sigue de mal en peor, influenciado por el enemigo,  hay un pueblo que aunque está aún en este mundo, ya no pertenece al mundo, sino que pertenece a este Reino que no se ve, pero es real: al Reino de Jesucristo. 

Mi invitación es a que no cuestiones a Dios, sino que ejerzas tu privilegio que Dios te dio de elegir voluntariamente y te rindas a su amor y recibas a Jesucristo como el Señor de tu vida y puedas entrar en este Reino y puedas disfrutar  de la libertad de ser un hijo de Dios.

Dios te bendiga.


Pastor Antonio Martinez

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