2 Corintios 10:3 Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas.
Queridos hermanos (as):
Deseo referirme a un versículo que habla de
las armas con las que cuenta el cristiano. Ya que por haber nacido de nuevo, ya
no usamos las armas que antes usábamos cuando vivíamos de acuerdo al mundo.
Existen verdaderas fortalezas mentales que
aprisionan al ser humano. Estas son formas o patrones de pensamiento que
literalmente aprisionan y neutralizan el normal comportamiento. Me refiero al rencor o la falta de perdón.
Esto es demasiado importante como para
pasarlo por alto, ya que explica la razón por la cual actuamos de alguna manera
con respecto a personas o situaciones y no podemos evitarlo.
Mateo 18:21-22 Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aún hasta setenta veces siete...
Jesús fue muy
enfático al hablar del perdón. Lo practicó en todo momento y lo dejó explícito en la oración que Él
dejó como modelo para dirigirnos a Dios.
El perdón es la base de nuestra doctrina. De
tal manera Dios amó al mundo que envió a Jesucristo para entregar el perdón al
ser humano.
El verdadero perdón no es un perdonazo; no es
borrón y cuenta nueva, o algo para ser tomado a la ligera. Es el comienzo, es
el paso más importante hacia una verdadera restauración.
Lo contrario al perdón es el
rencor. El rencor es una
fortaleza que aprisiona y esclaviza
a millones de vidas (causa de muchas muertes). El rencor es un arma que te dispara
a ti mismo.
El rencor es esclavitud emocional. Afecta físicamente la relación
con los demás y lo más importante, afecta la relación con Dios. El
rencor es como un veneno, y afecta más al que lo “guarda”.
La única arma para destruir el rencor es
EL PERDÓN
Perdón proviene de la palabra perdonar, esta a su vez una conjugación de los
verbos latinos per y donāre, la palabra per se puede traducir como pasar, cruzar, adelante, pasar por
encima, ante, y donāre que se puede
traducir como donar o donación, regalo, obsequio.
¿Que es perdonar?
Proverbios 19:11 La cordura del hombre detiene su furor, Y su honra es pasar por alto la ofensa.
Es pasar por alto la ofensa. Es asumir la
perdida. Él que está en la luz, tiene la responsabilidad de iluminar a quien está
en oscuridad, sea para pedir perdón o para perdonar. El perdón es un arma no carnal, es espiritual. Es una poderosa arma que Dios
nos da para destruir fortalezas que aprisionan vidas.
La respuesta de
Jesús ante la
indiferencia, el pecado y la traición fue trascendental. Fue ofrecer perdón
antes de que aún hubiera arrepentimiento.
La sangre de Cristo no solamente perdona
nuestros pecados, sino que nos limpia de mala conciencia, a fin de poderle
servir. Si no hay perdón, la mala
conciencia aún persiste en ambas partes, impide reaccionar, e impide servir a
Dios.
Hebreos 9:14 ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?
El Perdón se da…El
rencor, se guarda
Al entregar el perdón, el que perdona se
libera del peso de cargar con el rencor y reestablece una comunión fluida con
Dios. EL que perdona está dispuesto a asumir la deuda y asumir la perdida.
Si hemos experimentado el perdón, entonces estamos en
una posición de responder a ese perdón y perdonar.
¿Cuál es tu
respuesta a lo que te han hecho?
A) La respuesta normal, y humana es
de “el que me la hace, me la paga”.
B) La respuesta religiosa es “si me
piden perdón lo doy” “Yo perdono pero no olvido”.
C) La respuesta transcendental: la que viene de Dios, la divina es: “ofrezco perdonarte, asumir tu deuda, asumir
la perdida y cubrir tu falta con verdadero perdón, que ayude a restaurarte”.
Isaías 1:18 Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
EFECTOS
DE PERDONAR:
·
El
recuerdo del agravio es sanado.
·
Nuevo re-ordenamiento
de los pensamientos.
·
Vemos a
las personas en forma diferente.
·
Experimentamos libertad integral. Se libera hasta el organismo.
“Vayamos al calvario para entender como ser perdonados. Y quedémonos allí meditando para aprender a perdonar”
Charles Spurgeon
Considera esto y decídete recibir el perdón
de Dios. Reconcíliate con tu hermano. Asimismo decídete a perdonar y serás
liberado de una pesada carga.
Dios te bendiga.
Pastor Antonio Martínez
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