martes, 31 de diciembre de 2013

¿AÑO NUEVO VIDA NUEVA?

Sabemos que el paso del 2013 al 2014 es asunto de sacar una hoja del calendario, porque nos damos cuenta que al pasar al año siguiente, todo sigue igual; es un día más en nuestras vidas.

Si nos damos cuenta quién ha tomado las decisiones, aunque lo hemos hecho lo mejor posible, aun así vemos que se ha repetido lo mismo de año en año.

Lo único que realmente puede cambiar el rumbo de mi vida es cuando reconozco que me he equivocado, y que necesito que sea el Señor quién maneje, quién conduzca mi vida, para que realmente sea un Año Nuevo.

¿BUENA SUERTE?  En la noche del último día del año muchos hacen ceremonias y cábalas para la buena suerte. Muchos esperan en la suerte, como si fuera esto lo que rige la vida del hombre. La Biblia dice:

Salmo 16:5 Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa; Tú sustentas mi suerte.

Quien pone su vida en las manos de Dios, para que sea Él quién rija su vida, no hay tal cosa como buena o mala suerte, sino que todas las cosas Dios las hace que obren en bien.

Una historia china habla de un anciano labrador que tenía un viejo caballo; el único que tenía para cultivar sus campos. Un día, el caballo escapó a las montañas. Cuando los vecinos del labrador le dijeron que mala suerte tenía por perder el caballo, él les replicó: ¿Buena Suerte?, ¿Mala Suerte? Sólo Dios sabe. Una semana después el caballo volvió trayendo consigo una manada de caballos salvajes. Entonces sus vecinos felicitaron al labrador por su buena suerte y este les respondió: ¿Buena Suerte?, ¿Mala Suerte? Sólo Dios sabe. Cuando el hijo del labrador intento domar uno de aquellos caballos salvajes, se cayó y se rompió una pierna. Todo el mundo consideró esto como una desgracia. No así el labrador, quien se limitó a decir: ¿Buena Suerte?, ¿Mala Suerte? Sólo Dios sabe. Unas semanas más tarde, el ejército entró en el poblado y fueron reclutados todos los jóvenes que se encontraban en buenas condiciones. Cuando vieron al hijo del labrador con la pierna rota, lo dejaron tranquilo. ¿Había sido buena suerte? ¿Mala suerte? Solo Dios sabe...
Todo lo que a primera vista parece contratiempo puede ser el envoltorio de algo bueno. Y lo que parece bueno a primera vista puede ser realmente dañino. Así pues, será sabio que dejemos a Dios decidir lo que es buena y mala suerte, y le agradezcamos que todas las cosas se conviertan en bien para los que le aman.

La verdadera FELICIDAD y PROSPERIDAD no depende de nosotros, porque no podremos controlar las variables del día a día en este nuevo año. Lo que sí depende de nosotros es la DECISIÓN de comprometer nuestra vida a buscar el Reino de Dios y su justicia, para que este año las bendiciones del Señor sean añadidas a tu vida.

No hagamos promesas. TOMEMOS DECISIONES. La mejor decisión es que Jesucristo sea el verdadero Señor de nuestra vida. Que sea él quién nos marque el rumbo a seguir y seamos nosotros obedientes en seguir sus mandatos.

Seamos agradecidos en todo y seamos obedientes a Su Palabra para que Dios te bendiga ricamente y sea realmente este 2014 un FELIZ y BENDECIDO AÑO.


Dios te bendiga!!

Pastor Antonio Martinez B.

martes, 24 de diciembre de 2013

EL PODER QUE ACTÚA EN NOSOTROS

Efesios 3:20 "Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros"
 
¿Y cual es ese poder? Es tu fe, la cual obra por el amor. Tu fe obra porque sabes que Dios te ama y Él está de tu parte. El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones, por el Espíritu Santo que nos fue dado. Romanos 8:32 "El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?. Pero pidamos con fe, no dudando nada.

Santiago 1:17 "Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación."

Como sabemos que Dios nos ama, y cuando venimos a pedir algo, sabemos que tenemos que pedir de acuerdo a su voluntad, de acuerdo a su palabra. Su palabra dice que Él suple todas nuestras necesidades, de acuerdo a sus riquezas en gloria. Note bien que Él suple todas nuestras necesidades, no nuestros deseos, o nuestros afanes. Dios nos  conoce y sabe las peticiones de nuestro corazón, antes que vengamos a Él pidiendo. A veces la respuesta es no, y no es porque Él sea malo, sino porque Dios sabe que hay cosas que nos pueden hacer mal. Por eso es muy importante pedir de acuerdo a su voluntad.
Él es un Padre amoroso, y asi como nos ama, su anhelo es que nos amemos los unos a los otros con el amor con el cual Él nos ha amado. Cuando andamos en amor, podemos pedir confiadamente, porque sabemos que Él nos oye, y si sabemos que Él nos oye, tenemos las peticiones de nuestro corazon.
Amén.

Dios te bendiga y que la luz de Jesús ilumine tu hogar en esta navidad. No olvides que Jesús es el verdadero sentido de la navidad.

Pastor Rafael Martinez

martes, 17 de diciembre de 2013

JESÚS ES EL REGALO, LA DÁDIVA DE DIOS.

Lucas 2:8 Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.  2:9 Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor.  2:10 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo:  2:11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. 2:12 Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. 2:13 Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: 2:14 ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!

El pueblo de Israel no había tenido ninguna señal de parte de Dios por más de 400 años. Dios había guardado silencio y no se había oído por todo ese tiempo ningún profeta hablar de parte de Él, hasta esa noche maravillosa en que vino el anuncio de los ángeles dando la noticia que cambiaría el curso de la humanidad. Dios estaba enviando a su propio Hijo Jesucristo con el propósito de restaurar al hombre caído desde el Edén. Se estaba cumpliendo también la promesa hecha a Adán en Génesis 3.15

También se cumplía lo profetizado por el profeta Isaías diciendo: Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”. (Isaías 9:6)

Los ángeles dieron “nuevas de gran gozo”, dando a entender que era la noticia más importante que se ha dado en la tierra: El Hijo de Dios, la segunda persona de la trinidad, el Verbo de Dios, se había hecho hombre y había nacido en un pesebre.

Me imagino que fue un espectáculo extraordinario cuando una multitud de las huestes celestiales alababan a Dios en coro diciendo: ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!”. Se estaba manifestando la buena voluntad de Dios para con los hombres.

EL HOMBRE APARTADO DE DIOS.
La Biblia nos enseña  en Romanos 6.23 Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
El hombre fue derrotado por el pecado en el huerto de Edén y como tal estaba destituido de la gloria de Dios. Por eso dice la Biblia que la paga del pecado es muerte, o sea separación completa de Dios.
La escritura dice en Romanos 3.23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,” Por esta razón el hombre quedaba corto de alcanzar la santidad suficiente para merecer el cielo. Como tal por no poder merecerlo, Dios lo regala a todo aquel que lo recibe.

JESUCRISTO ES EL REGALO DE DIOS.
De tal manera Dios nos amó, que dio a su Hijo Jesucristo en sustitución nuestra por los pecados.
Romanos 6.23 Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios
es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Así como lo merecido por el pecado es muerte, el REGALO DE DIOS es Vida eterna en Cristo  Jesús.

TIEMPO DE REGALOS.
En este tiempo el mundo se regala más que en todo el año. La gente se "encalilla" más de la cuenta, pero como es la tradición y costumbre, hay que regalar.
Todo regalo por muy costoso y hermoso, se va a envejecer y va a pasar su importancia. Pero lo que Dios regala no sólo es inapreciable, sino que dura para siempre. Dios nos da el regalo inmerecido de la Vida Eterna, y como regalo al fin, no tiene costo para nosotros. Aunque es gratis, no fue barato, ya que costo al Hijo de Dios hacerse hombre y cargar con los pecados de la humanidad.

UN REGALO SE RECIBE O SE DESECHA.
Este tiempo que debería ser de gran gozo al recordar lo que Jesús logro para nosotros, sin embargo, según estadísticas, es el tiempo en que la gente se entristece. Es una tristeza diferente, podemos pensar que es por muchos motivos, pero amigo, amiga, es nada más y nada menos que por la simple razón que tienes un vacío en tu alma que nada lo puede llenar.
Pero la buena noticia es que puedes cambiar esa tristeza por “gran gozo”. Todo lo que tienes que hacer es creer en el “regalo” que Dios te ofrece. Debes creer en Jesucristo como tu salvador y confesarle como el Señor de tu vida.
Sera la decisión más preciosa que hayas hecho en tu vida. Te recomiendo altamente que te vuelvas a Dios y recibas el regalo inmerecido e inapreciable que es Jesucristo, La vida Eterna.

Sé que serás bendecido si lo haces porque Jesucristo es la verdadera Navidad.

Pastor Antonio Martínez B.


miércoles, 11 de diciembre de 2013

LA FELICIDAD DEL HOMBRE

Lucas 12:15-21 "La felicidad del hombre, no consiste en los bienes que posee".

Todo hombre busca la felicidad a costa de cualquier cosa. El "todo" del hombre es llegar a ser feliz, estar pleno y satisfecho, trabaja duro para obtenerla, compra cosas, autos, casas, etc. Algunos piensan que si logran el éxito financiero, llegarán a ser felices. Otros piensan que si logran la fama, llegarán a ser felices, pero aún así no lo logran.

Muchos artistas famosos tienen fama y grandes fortunas, sin embargo son las personas mas vacías, tristes y aburridas. Un conocido actor, Jim Carrey comentó: "Deseo que todo el mundo llegue donde yo he llegado y tenga todo lo que yo he obtenido, para que se de cuenta que eso no es la respuesta a la búsqueda de ser feliz", porque el hombre sigue vacío y triste.

La gente hace viajes; piensan que conocer otros lugares los hará sentirse felices y plenos, pero después del termino del viaje siguen más vacíos y triste. ¿Por qué? Porque sabemos que la felicidad del hombre, no consiste en los bienes que posee. Como ves nada en esta tierra nos puede dar lo que nuestro corazón anhela.

El hombre fue creado a la imagen y semejanza de Dios, y nunca será feliz, hasta que se encuentre con Dios, su creador. Sólo Él puede llenar el vacío de su alma.

Romanos 14:17 "Porque el reino de Dios no consiste en comida ni bebida, sino en justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo".

Sólo Dios hace al hombre feliz. La vida es nada, todo se acaba, pero la Palabra de Dios permanece para siempre y esa Palabra te hace libre, te da la verdadera felicidad y te hace pleno; te da gozo, alegría y ganas de vivir.
Amén.  

Saludos y bendiciones

Pastor Rafael Martinez

miércoles, 4 de diciembre de 2013

PERDÓN, UN ARMA PODEROSA

2 Corintios 10:3 Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas.

Queridos hermanos (as):
Deseo referirme a un versículo que habla de las armas con las que cuenta el cristiano. Ya que por haber nacido de nuevo, ya no usamos las armas que antes usábamos cuando vivíamos de acuerdo al mundo.

Existen verdaderas fortalezas mentales que aprisionan al ser humano. Estas son formas o patrones de pensamiento que literalmente aprisionan y neutralizan el normal comportamiento. Me refiero al rencor o la falta de perdón.
Esto es demasiado importante como para pasarlo por alto, ya que explica la razón por la cual actuamos de alguna manera con respecto a personas o situaciones y no podemos evitarlo.

 Mateo 18:21-22 Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aún hasta setenta veces siete...

Jesús fue muy enfático al hablar del perdón. Lo practicó en todo momento y lo dejó explícito en la oración que Él dejó como modelo para dirigirnos a Dios.
El perdón es la base de nuestra doctrina. De tal manera Dios amó al mundo que envió a Jesucristo para entregar el perdón al ser humano.
El verdadero perdón no es un perdonazo; no es borrón y cuenta nueva, o algo para ser tomado a la ligera. Es el comienzo, es el paso más importante hacia una verdadera restauración.

Lo contrario al perdón es el rencor. El rencor es una fortaleza  que aprisiona y esclaviza a   millones de vidas (causa de muchas  muertes). El rencor es un arma que te dispara a ti mismo.
El rencor es esclavitud emocional. Afecta físicamente la relación con los demás y lo más importante,  afecta la relación con Dios. El rencor es como un veneno, y afecta más al que lo “guarda”.

La única arma para destruir el rencor es EL PERDÓN

Perdón proviene de la palabra perdonar, esta a su vez una conjugación de los verbos latinos per y donāre, la palabra per se puede traducir como pasar, cruzar, adelante, pasar por encima, ante, y donāre que se puede traducir como donar o donación, regalo, obsequio.

¿Que es perdonar?

 Proverbios 19:11 La cordura del hombre detiene su furor, Y su honra es pasar por alto la ofensa.

Es pasar por alto la ofensa. Es asumir la perdida. Él que está en la luz, tiene la responsabilidad de iluminar a quien está en oscuridad, sea para pedir perdón o para perdonar. El perdón es un arma no carnal, es espiritual. Es una poderosa arma que Dios nos da para destruir fortalezas que aprisionan vidas.

La respuesta de Jesús ante la indiferencia, el pecado y la traición fue trascendental. Fue ofrecer perdón antes de que aún hubiera arrepentimiento.
La sangre de Cristo no solamente perdona nuestros pecados, sino que nos limpia de mala conciencia, a fin de poderle servir. Si no hay perdón, la mala conciencia aún persiste en ambas partes, impide reaccionar, e impide servir a Dios.

Hebreos 9:14 ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?

El Perdón se da…El rencor, se guarda
Al entregar el perdón, el que perdona se libera del peso de cargar con el rencor y reestablece una comunión fluida con Dios. EL que perdona está dispuesto a asumir la deuda y asumir la perdida.
Si hemos experimentado el perdón, entonces estamos en una posición de responder a ese perdón y perdonar.

¿Cuál es tu respuesta a lo que te han hecho?
A)  La respuesta normal, y humana es de “el que me la hace, me la paga”.
B)  La respuesta religiosa es “si me piden perdón lo doy” “Yo perdono pero no olvido”.
C) La respuesta transcendental: la que viene de Dios, la divina es: “ofrezco perdonarte, asumir tu deuda, asumir la perdida y cubrir tu falta con verdadero perdón, que ayude a restaurarte”.

Isaías 1:18 Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.

EFECTOS DE PERDONAR:

·         El recuerdo del agravio es sanado.
·         Nuevo re-ordenamiento de los pensamientos.
·         Vemos a las personas en forma diferente.
·         Experimentamos libertad integral. Se libera hasta el organismo.

“Vayamos al calvario para entender como ser perdonados. Y quedémonos allí meditando para aprender a perdonar” 
Charles Spurgeon

Considera esto y decídete recibir el perdón de Dios. Reconcíliate con tu hermano. Asimismo decídete a perdonar y serás liberado de una pesada carga. 
Dios te bendiga.


Pastor Antonio Martínez

jueves, 28 de noviembre de 2013

LOS FRUTOS

La cruz es vertical y horizontal. Nuestra relación con Dios es vertical; no tenemos problemas para relacionarnos con Él, porque hemos sido redimidos, justificados en nuestros espíritus, y le amamos y tenemos buena comunión con Él. Romanos 5:1 "Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo".

Ahora horizontalmente, nuestra relación debe ser con nuestro prójimo. Debemos hacer algunos cambios (Efesios 4:22-32). Su palabra nos enseña que debemos cambiar (Santiago 3:13-16) para poder amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Tu relación con los demás es un desafió que debes vencer.

Dios demanda de nosotros que llevemos frutos. Muchos piensan que las obras que nosotros hacemos son los frutos, pero no lo es. Por ejemplo: predicar, cantar, evangelizar, servir en algun ministerio, etc., etc.  Las obras que hacemos es lo que Dios nos ha mandado hacer a cada uno de nosotros, y una vez hecha,  siervo inútiles somos, porque hicimos lo que teníamos que hacer. Pero, Él demanda que llevemos frutos. Juan 15:1-2 "Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto". Dios no se glorifica en las obras, sino en los frutos. 

Juan 15:8 "En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos". 

Juan 15:5 "Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer".  

Gálatas 5:22-24 "Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos".

Nuestro espíritu fue recreado a través del Espíritu Santo, y debemos dar frutos. Dios hizo su parte, ahora nos corresponde a nosotros hacer la nuestra. El amor de Dios fue derramado en nuestros corazones, para poder amar aún a nuestros enemigos. Debemos amar y tratar bien a nuestro prójimo. El Señor no demanda algo que no podamos cumplir. Él lo hizo, y sabe que nosotros también podemos hacerlo. 

Juan 15:17 "Esto os mando: Que os améis unos a otros".

Efesios 5:1 dice que debemos ser imitadores de Dios como hijos amados. Él es un Dios bueno y benigno, lleno de amor y misericordia, así también debemos ser nosotros.
Amen.

Saludos y bendiciones.

Pastor Rafael Martinez

miércoles, 20 de noviembre de 2013

JESUS LAVA LOS PIES A SUS DISCIPULOS: RECETA PARA SER FELICES.


Juan 13.12. Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? 13. Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy. 14. Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. 15. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. 16. De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió. 17. Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis.

Jesús siempre predicó con el ejemplo. Esta vez sorprendió a todos tomando la actitud de un siervo o un esclavo ciñéndose la toalla y poniéndose en posición frente al lebrillo (lavatorio) para hacer algo que no le correspondía: Se disponía a lavarles los pies a sus discípulos, labor que correspondía sólo a la servidumbre para refrescar y limpiar los pies de quienes venían de camino.

Pedro, su discípulo, reaccionó oponiéndose rotundamente, a lo que Jesús le contestó que le era muy necesario. Luego que lo hizo, vino la explicación y la enseñanza que nos dejó como un DEBER a todos los creyentes, seguidores del Maestro.

Les dijo que lo que había hecho era darles el ejemplo para que supiéramos que si Él, siendo el Señor y Maestro hacia eso, era un DEBER de sus seguidores de hacerlo unos con otros.

¿Cuál es el significado del lavamiento de pies? Hay muchas opiniones y doctrinas al respecto. La iglesia católica lo atribuye a que en ese momento Jesús estaba instituyendo un sacramento que ellos llaman la confesión, que es confesarle al cura los pecados. Jesús nunca se refirió a que la forma de perdonar pecados era a través de hombres. Jesús ensenó que sólo Dios tiene la potestad de perdonar pecados. (Por esa razón los fariseos lo acusaban de hacerse igual a Dios cuando él lo hacía).

Otros lo interpretan literalmente y se lavan los pies unos a otros en ceremonias religiosas que no tienen valor espiritual alguno y así por medio de la tradición piensan que están obedeciendo lo que el Senor mandó.

Viendo el contexto de la Escritura, creo que la enseñanza dada a través de este evento tenía un alcance mucho mayor y muy diferente a las creencias y tradiciones antes mencionadas.

Si entendemos lo que nos dice la Palabra con respecto al pecado, veremos que sólo Dios es quien perdona pecados y lo hace por medio de la fe, a través de la sangre que derramó  en la cruz el propio Cordero de Dios, Jesucristo.

Entendiendo que el propósito de lavar los pies, en ese tiempo, era para sacar el polvo o el barro que a causa del caminar por esos caminos ensuciaba los pies de los caminantes, vemos que los pies es lo último en que nos fijamos. Podemos estar limpios y lucir impecables, pero a veces se nos ensucian los pies al caminar, y casi nunca lo notamos nosotros. Pero si lo nota quien está cerca de ti.

¿Qué es ese polvo, o barro o cosas sucias que es posible que se nos adhieran a los pies?

Leemos en la Epístola de Santiago 3:2 “Porque todos ofendemos muchas veces…”

La Escritura dice en Galatas 6.1. “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. 2. Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.”

La Escritura nos manda a nosotros a restaurar, esto es a ayudar al hermano a ver el barro o polvo para ayudarlo a limpiarse. También dice que debemos considerar que a veces a nosotros mismos se nos asoma el barro en nuestros pies y no lo notamos.
Jesús puso como un DEBER el lavarnos los pies unos a otros, o sea es la “Ley de Cristo” hacerlo.

No nos mandó a nosotros a juzgar  a los hermanos, sino a sacarles lo que afea la obra que Cristo está haciendo en ellos. No somos jueces, sino siervos los unos de los otros llamados a lavar y cubrir las faltas del hermano.

Una iglesia sana y fuerte en el Señor es aquella que practica el perdón y la sana confrontación en Amor. Esto es el ayudarnos a limpiar unos a otros lo que a veces no notamos que traemos en los pies.

Por último el Señor dejó una promesa de FELICIDAD a quien practica esto. El hecho de preocuparte por ayudar y limpiar a tu hermano provocará en ti lo que dice en el verso 17: Si sabéis estas cosas, bienaventurados si las hiciereis.”
La palabra bienaventurado, en griego, es la palabra Makarios que significa muy bendecidos, felices.

Si realmente quieres ser FELIZ, aún en este tiempo, no trates de llenarte con los ofertones del mundo que al final solo traen dolor. Haz caso a las Palabras del Maestro y Señor Jesucristo que nos dejó este DEBER, para que poniéndolo en práctica gocemos aquí en la tierra de la verdadera FELICIDAD.

Recuerda que Jesús dijo que si sabes estas cosas haces bien, pero la ganancia esta en HACERLAS. Obedeciendo seremos felices. Que el Señor te ilumine en recibir estas palabras. Bendiciones!

Pastor Antonio Martinez


miércoles, 13 de noviembre de 2013

LA FUENTE DE ORIGEN



Aunque somo nuevas criaturas, tenemos una parte que no ha nacido de nuevo: tu alma y tu cuerpo, los cuales tienen que ser cambiados. Hay veces que nos sentimos terriblemente corrompidos moralmente, o no actuamos como santos, sino como impíos. Por supuesto que si tú actúas mal, te vas a sentir mal.  Y esto le pasa a la mayoría de los cristianos (Romanos 7).


El motivo de esto es por que se han alejado de la fuente de origen, que es Cristo.

El dolor y la fiebre es una señal que algo no está funcionando bien en nuestro cuerpo, pero Dios la usa como una alarma. La fiebre te indica que estas enfermo o tienes alguna infección. En el caso del dolor, por ejemplo, si pones la mano en la estufa, el dolor te avisa que esta caliente y si no retiras la mano, te vas a quemar. Estas sensaciones son una alerta en nuestro cuerpo. Así también,  cuando te sientes desanimado, triste, depresivo, sin ganas de seguir adelante, no culpes a nadie; la razón es por que has dejado de enfocarte en Dios, en su palabra, y Dios lo permite, como una alarma de que algo anda mal. Ya no tienes gozo, ni ganas de nada, es porque dejaste que los problemas y las tormentas a tu alrededor te ahogaran e infundieran temor.  

Vuélvete a tu fuente de origen que es Cristo, empieza a meditar en su palabra, a comunicarte con tu creador. Él te ama, y te amará siempre, porque su amor es incondicional.

Filipenses 4:7 "Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús, Señor nuestro".

Amén

Saludos y bendiciones

Pastor Rafael Martinez

miércoles, 6 de noviembre de 2013

LO QUE A DIOS AGRADA

Es verdad que cumplir lo que la Biblia manda, agrada a Dios y nos trae bendición. Pero hay algo más profundo que Dios nos ensena a través de la Parábola de los Talentos.

A cada uno de ellos le encargó su fortuna de acuerdo a la capacidad de ellos. Si tomamos en cuenta que el señor de la Parábola les entregó sus bienes pero no les dijo lo que hicieran con ellos, deberíamos justificar a aquel siervo que enterró el talento y se lo devolvió tal como se lo había dado.

Un verdadero empleado es eficiente, no sólo cuando el patrón está presente. Eso lo hace cualquiera. La verdadera eficiencia y fidelidad es probada cuando este no está y trabaja de igual manera.  
¿Qué actitud debería tomar el empleado, si el jefe, antes de irse, no le dio órdenes específicas que hacer?  Lo normal es que no haga nada y se justifique diciendo que no le dieron órdenes de lo que tenía que hacer. Lo que no es común es que el empleado, de su propia iniciativa, comience a limpiar, a ordenar, a emplear su tiempo productivamente en tanto que el patrón llega.

Los dos primeros siervos de la Parábola  actuaron diligentemente, sin tener órdenes específicas que hacer con esa fortuna que se les había encomendado. El tercero, lo enterró, y trato de justificarse diciendo que lo había hecho por temor.

Lo que más molestó al señor de la parábola fue que este hombre, a pesar de ser siervo y que debía actuar diligentemente y usar su iniciativa, se limitó a enterrarlo, y no hacer nada en la ausencia de este señor.

Dios nos ha dado a cada uno de nosotros todo lo que tenemos, de acuerdo a nuestra capacidad,  con el propósito que lo administremos y produzcamos frutos. A cada uno se le ha dado de acuerdo a sus capacidades. Eso quiere decir que a nadie se le exigirá más allá de sus posibilidades. 
Aun así muchos se pasan la vida reclamando por no tener lo que a otro se le ha dado. Piensan que por no tener las capacidades y talentos de otros, quedan exentos de responsabilidad.

Dios nos entrega a nuestro cuidado, como administradores, personas, bienes, tiempo, salud, vida, con el propósito que hagamos algo que lo que nos da. 
Por ejemplo si nos da una casa, Dios espera que uses tu iniciativa de siervo fiel y la conviertas en hogar; si te da un hijo, espera que lo críes y produzcas una persona de bien; si te da una pega, que la conviertas en un oficio; si te da la oportunidad de estudiar; que conviertas esa oportunidad en una carrera; si te dio almas,  que los conviertas en discípulos; si puedes asistir a la iglesia; que lo alabes de corazón, no porque lo hagan los demás; si te da tiempo, espera que lo ocupes sabia y productivamente.

Aplicándolo a nuestra vida espiritual y a la pronta venida de Jesucristo, Señor de señores, ese día, al igual que los siervos de la Parabola, tendremos que dar cuenta. 
La Biblia dice en Hebreos 4:13: “Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quién tenemos que DAR CUENTA”.

Es una realidad que a todos y cada uno nos pedirá cuentas de los recursos y dones que nos ha dado.
Debemos reflexionar y darnos cuenta de lo que Dios ha puesto en nuestras manos, no lo que otros tienen, sino lo que nos ha dado. No lo que creemos que nos hace falta, sino lo que tenemos y que son los recursos con que contamos; y  de ahí comenzar, como fieles administradores a ser fructíferos con lo que el Señor nos ha dado.

Estamos a tiempo de recapacitar y ver que lo que agrada al Señor, es hacer no es tanto lo que todos sabemos que debemos hacer; sino usar la iniciativa que el Señor puso en nosotros y ser diligentes haciendo la función de administradores y siervos fieles.  

La respuesta del Señor será:
(Mateo 25:34-40) "Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.

Bendiciones!!

Pastor Antonio Martinez

sábado, 2 de noviembre de 2013

ALGO QUE NO HAS DEJADO Y QUE NO HAS PODIDO VENCER

Marcos 10:17-30
Vino un joven rico y arrodillándose le pregunto: ¿Maestro bueno que debo hacer para heredar la vida eterna?.  Jesús le dijo: ¿por que me llamas bueno? ninguno hay bueno sino solo Dios.
Los mandamientos sabes: no adulteres, no mates,  no robes, no digas falso testimonio, no defraudes, honra a tu padre y a tu madre. Entonces le respondió: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. Entonces, el Señor mirándole le amó.

El joven rico pensaba que heredar la vida eterna era dejar de hacer ciertas cosas y cumplir otras para lograrlo, pero el Señor le dijo: una cosa te falta. Así también a nosotros, siempre nos falta algo que tenemos que vencer, y en nuestras fuerzas no podemos. Sólo con la ayuda del Señor podemos vencer, ya sea el mal carácter, la mentira, los vicios, el pensar mal, la murmuración y muchas otras cosas, que sólo el Señor conoce.  

El Señor le dijo: vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme, tomando tu cruz. Entonces el joven rico se alejo muy triste, porque tenía muchas posesiones.

No es que el Señor quería dejarlo arruinado, sino que quería hacerle ver que las riquezas lo tenían prisionero; quizás no se había dado cuenta que era codicioso.
¿Ahora, por qué el Señor sólo le menciono 5 mandamientos? ¿Por qué no le dijo de una vez, todas las condiciones para ser salvos y heredar la vida eterna?. Porque quería demostrarle que él no podía ser salvo en su propia fuerza.  La vida eterna es un regalo de Dios, es su gracia, y el hombre no puede obtenerla a través de ningún tipo de obras. El joven rico ignoraba esto.
Como vemos, el Señor conoce los corazones;  sabía que el joven rico no podía vencer la codicia, o su confianza en las riquezas. 
Quizás tú has vencido algunas cosas, ya sea los vicios,  etc., pero hay algo que no has dejado y no has podido vencer, y has hecho promesas de "nunca mas" o "ahora si Señor", pero en tus fuerzas, tú no puedes vencer nada. Sólo lo puedes hacer con la ayuda del Señor, renunciando a ello, y dejando que él te limpie.  
Amén.

Saludos y bendiciones

Pastor Rafael Martinez

miércoles, 23 de octubre de 2013

¿PARA QUÉ ES LA IGLESIA DE JESUCRISTO?

Meditando en la pregunta, pensamos en muchas respuestas. Creo que todas apuntan en dirección a nuestro propio beneficio y bienestar. Pero si nos ponemos a pensar en  las palabras de quien la fundó: Nuestro Señor Jesucristo, veremos que la respuesta es diferente.

Primero debemos recordar que la Iglesia no es un edificio, sino que la componemos cada uno de los creyentes, redimidos por la sangre de Jesús y salvos por la Gracia de Dios.

Luego debemos recordar las palabras de Jesús antes de irse de vuelta al cielo:

(Marcos 16.15)  Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
(Mateo 28:19) Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones…

Estos son dos mandatos específicos y claros que Jesús dio con referencia a la función de la iglesia en la tierra: Predicar y hacer discípulos.

Muchas personas, asisten a la Iglesia con el buen fin de resolver ciertos problemas por los que están atravesando.  Esto es normal, ya que de algún modo u otro, cada persona atraviesa en algún momento por dificultades. Por supuesto que el Señor en su amor y compasión, nos ayuda a resolver la mayoría de esas dificultades.
El problema radica en que algunos, una vez que ven su asunto resuelto, no necesitan más de asistir a las reuniones de la iglesia, y menos de asumir las responsabilidades que tenemos como creyentes.

Está el otro gran grupo de personas que asisten a la iglesia regularmente, pero que con el tiempo van perdiendo interés en reunirse y van dejando esta devoción de asistir.
De acuerdo a las palabras del Señor, falta algo que no estamos haciendo como miembros del cuerpo de Cristo: Esto es predicar el Evangelio y hacer discípulos. O sea de reproducirnos, dar fruto de acuerdo a la vida que está  en nosotros.

Muchos creyentes piensan que el predicar y hacer discípulos es solamente una opción y no un mandato. Otros piensan que es un don que solo algunos tienen o por último que es la labor solamente de los pastores. Pero de acuerdo a las palabras del Señor, esto es un mandato a todo creyente, por consecuencia, es una responsabilidad de todos.

El hecho de que con el tiempo muchos vayan perdiendo la costumbre de congregarse y se van desencantando con la Iglesia, no radica en cosas externas. En mi opinión, eso está directamente ligado a que no se está obedeciendo el mandato del Señor.

Tengo la obligación de decirte que el juicio al que compareceremos como creyentes será frente a Jesús, y dice que la escritura que tendremos que dar cuenta de lo que se nos encomendó y no hicimos.

Santiago 4:17  “y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado”.

Mucha de la tristeza por la que el creyente atraviesa, es causada por el hecho de no estar obedeciendo a quien dio su propia vida por nosotros.

Teniendo todo esto en mente, debemos orar y arrepentirnos de la negligencia y egoísmo de sólo pensar en lo que la iglesia puede hacer por nosotros,  y centrar nuestro esfuerzo en sólo nosotros, y no ocuparnos de obedecer y hacer fluir el amor y la misericordia que ha sido derramada en nosotros.

Hermano, hermana, te invito a que reflexiones y pienses en esto. Dile al Señor que estás interesado en hacer su voluntad y que quieres obedecer.
El Espíritu Santo es el que va a poner en ti de vuelta esa pasión por compartir con familiares, vecinos, amigos, y hasta con desconocidos lo que supuestamente está dentro de ti: La Salvación.

El espíritu Santo también te hará notar que el asistir a las reuniones de la iglesia no es sólo para cuando tengas algún problema; también te dirá cuál es tu labor dentro de la congregación: que es de ocuparte de los nuevos que llegan buscando el amor de Jesucristo que ha sido derramado en ti.

Como un pastor de este rebaño, espero que tomes en cuenta el llamado que en estos últimos días el Señor está haciéndonos para cambiar de actitud, y pasar de ser parte del problema, a ser parte de la solución.

Dios te hará sentir su agrado por tu obediencia y el gozo del Señor será tu fortaleza.
Bendiciones.

Pastor  Antonio

miércoles, 16 de octubre de 2013

NO DEBEMOS ENFOCARNOS EN LA PRUEBA, SINO EN LA PALABRA

Salmo 23:6 "Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días".Eso no quiere decir que no vamos a pasar pruebas y tribulaciones, pero aunque vengan las pruebas seguimos creyendo que Dios está con nosotros. El Señor dijo que en el mundo íbamos a tener aflicciones, pero debemos confiar que Él esta con nosotros siempre.  Muchas son las aflicciones del justo pero de todas ellas, el Señor  nos librará.

Santiago 5:11 "He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo".

La aflicción de Job fue sólo por un tiempo, pasó por ella y salió victorioso, porque lo bendijo Dios en abundancia: Job 42:12 "Y bendijo Jehová el postrer estado de Job más que el primero".

Salmo 23:4 "Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento". Tenemos que saber que no debemos enfocarnos en la prueba, sino en la Palabra que nos da la sabiduría y la paciencia , para poder resistir la prueba.
No le digas a Dios cuán grande es tu problema, sino que dile al problema cuán grande es Dios. No debemos temer porque el bien y la misericordia nos seguirán todos los días de nuestra vida.  
Amen.


Pastor Rafael Martinez

miércoles, 9 de octubre de 2013

DECIDE TÚ A QUIÉN SERVIR

En estos tiempos de incertidumbre y de doble standard, en que a lo bueno se le llama malo y a lo malo se le llama bueno, es difícil mantener una posición firme y que a la vez sea política y socialmente correcta.
En el Libro de Josué encontramos este pasaje que no deja de ser vigente en nuestros días:

Josué 24:15: "Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová".

La corriente del mundo en estos días parece que diera con más ímpetu en las instituciones que Dios dejó como base para la felicidad del ser humano. Me refiero a la familia y a los valores que de ella deberían emanar. Ser un cristiano de acuerdo a los patrones que Dios instituyó, nunca ha sido fácil, pero parece que en nuestros días se hace más difícil que nunca. El cristianismo “light” o un cristianismo que agrade a todos y no cause conflicto a nuestro alrededor es el más atractivo,  ya que permite, sin hacerse problema, disfrutar del mundo y de la religión. Esto no es lo que nos enseñó Jesús, cuando estableció las leyes del reino.

1 de Juan 2:15: "No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él".

Al referirse al mundo, Jesús se refirió al sistema diabólico que opera en el mundo, ya que Jesús mismo reveló que “el mundo entero está bajo el maligno”.
Cuando caemos en la ambigüedad de no definir una posición que marque la diferencia, perdemos de vista lo principal: Que estamos de paso en este mundo y que “la fiesta es arriba, no aquí abajo".
Cuando se pierde de vista esa verdad absoluta que Jesús declaró cuando dijo “mi reino no es de este mundo”, caemos en la religiosidad y en una posición centrada en el ego, en la cual pensamos que Dios está para resolvernos todo y que está obligado a darnos todos nuestros gustos. Asimismo perdemos de vista el propósito por el cual aún permanecemos en el mundo, que es satisfacer la voluntad de Dios que nos manda a predicar a todos el Evangelio, que son las buenas noticias para quienes están sumidos en la desesperanza que produce el mundo. El propósito de Dios, mientras estemos en la tierra es que le sirvamos a Él, o sea a sus propósitos y no buscar nuestra propia satisfacción (de la cual se encarga de suplir Él mismo con su presencia en nosotros).

Amados y amadas, ante la declaración firme que tuvo que hacer Josué delante del pueblo y la declaración de fe de todos los que firmemente y sin claudicar sirvieron fielmente al Señor, te invito a reflexionar y a decidirte por fin cuál es tu posición actual frente a lo que me refiero. ¿A quién vas a servir? ¿Estás dispuesto a obedecer a Dios y a su Palabra, antes que a tu propio yo?.
Piensa y contéstale al Señor, que hoy más que nunca nos hace estas preguntas para que tomemos una decisión firme y correcta, y podamos decir como Josué: "Yo y mi casa serviremos al Señor".

Dios te bendiga.


Pastor Antonio Martinez

viernes, 4 de octubre de 2013

EL HOMBRE ES UN SER TRIPARTITO

1 Tesalonicenses 5:23 "Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo".

Como vemos el hombre es un ser tripartito. Debido a que el hombre es espíritu, es capaz de ser consciente de Dios y se comunica con Él.
Nuestra alma es consciente de si misma; es el asiento de nuestras emociones, afectos y deseos; es la voluntad activa del  hombre  y la palabra de Dios nos dice que nuestras almas deben ser ganadas:

"Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas" (Lucas 21:19).

"obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas" (1 Pedro 1:9).

Tu alma está siendo salvada y renovada para que se alinee con tu espíritu. Cuando tu alma sigue la dirección de tu espíritu,  esta es prosperada y no se guía por los deseos carnales del cuerpo.   
Nuestro ser real no se puede sentir ni medir, solo lo podemos ver a través del espejo de la palabra de Dios,  la cual nos dice lo que somos en Cristo: somos espíritu, tenemos un alma y nos trasladamos en un cuerpo. Pero el centro del hombre es el espíritu, el cual fue sellado  y redimido para siempre.  

Amén


Pastor Rafael Martinez

martes, 24 de septiembre de 2013

CUANDO NO TODO ESTÁ BIEN

Jesús dijo una frase que a veces inconscientemente tratamos de evitar o simplemente ignorar: "En el mundo tendréis aflicción..."

Cuando venimos al Señor, nuestra vida cambia radicalmente, ya que se resuelve el problema más grande del ser humano: Ser perdonado y ser justificado delante de Dios. Algunos, de manera equivocada, tratan de promover un evangelio diferente mediante "ofertones", en que ofrecen que viniendo a los pies de Jesús, se acabarán los problemas. El caminar junto a Jesús nos enseña que eso no es así, pero sí nos enseña que el verdadero problema del ser humano, la salvación, sí queda resuelto.

Considerando la declaración de Jesús, nos damos cuenta que como todo ser humano, estamos sujetos a circunstancias que a veces nos amedrentan y amenazan con hundir nuestra embarcación. A pesar de eso, lo más lindo es que nuestro Señor ha prometido estar con nosotros todos los días, no dejarnos ni desampararnos. Sentir esa mano amorosa del Señor no se experimenta leyendo un libro o por experiencias ajenas. Sólo la podemos sentir cuando más solos o desvalidos nos sentimos. Es ahí cuando se hace real la Palabra de Dios. 

En el libro de Isaías 43:2 dice: "Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti". Eso nos da a entender que es posible que en algún momento pasemos por aguas que amenazan con anegarnos o fuego de prueba que amenaza con quemarnos. Pero lo lindo, y lo que nos diferencia del resto del mundo, es que contamos con su promesa fiel, que es segura: Su Palabra.

En el pasaje de Marcos 4:35-40, Jesús nos ensena que su palabra debe ser nuestra roca firme en que fundemos nuestra fe: "Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado. Y despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con él otras barcas. Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba. Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?. Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza.Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe?". Jesús no se molestó porque lo despertaron o por tener que reprender la tormenta. El les encaró por haber tomado más en cuenta las circunstancias y no haber tomado en cuenta su Palabra que les había dicho, en la cual les aseguraba que pasarían al otro lado.

Querido hermano, hermana: Es momento en que lo que hemos oído, la Palabra del Señor, sea nuestro referente y no lo sean las circunstancias. Es tiempo de vivir por fe, ya que  en este mundo que va en decadencia, el enemigo que esta interesado en tu fracaso y nuestra propia mente, batallan contra la Palabra de Dios, que es nuestra seguridad.

Proverbios 3:5: "Fíate de Jehová de todo tu corazón,Y no te apoyes en tu propia prudencia".

Dios te bendiga!


Pastor Antonio Martinez